AYER...

Por la tarde un querido amigo me envió un par de fotos mías: de mi primera comunión, y otra de cuando una amiga hondureña me visitó en Ciudad Guatemala.

Le agradezco esos recuerdos. Esa noche me acosté pensando en Reyna, la amiga que ya hace cuarenta años viajó a la Casa del Padre.

Dios te pone en el camino a personas, lindas y extraordinarias. Reyna, era una de ellas. Muy querida y respetada por todos. Tenía un carisma particular para con las personas...se hacía querer y hacía sentir queridos a los demás.

Recuerdo su visita, venía con su familia. Yo me sentí muy honrado. Ese año, yo estaba concluyendo mis estudios, y pronto regresaría a los centros educativos de los Hermanos De La Salle. A Reyna, la había conocido el año anterior en San Pedro Sula (Honduras).

Nos fuimos a almorzar a un restorán argentino a comer una parrillada. Mi sorpresa fue cuando me sirvieron unas "creadillas". No sabía que eran!!! Empecé a comer y no me parecía tan rica carne, al menos para mi gusto. Al final, me dijeron que había comido. Yo, me sorprendí y reímos a carcajadas.

Al recordarla a ella, recuerdo a su familia y amistades que ya no están. Momentos tan bonitos.

No recuerdo mucho lo que hablamos los dos. Ella, muy respetuosa, expresaba un cariño muy especial hacia mi persona. Eran tiempos difíciles en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, en toda Centroamérica. Eran tiempos de cambios y oportunidades. Eran tiempos para amar al ritmo de la música disco, con la novedad de Guerra de las Galaxias... Y la bella música romántica.

Así que, no todo tiempo es malo. Siempre podemos hacer de él, un tiempo de buenos cambios y oportunidades. Tiempos de esperanza, tiempo para dejar el mal pasado y hacernos un gran presente.

Gracias Tito por esa linda foto, qué bien guardada la tenía tu mami.